Nos gustaría acabar el año compartiendo las memorias de la
comisión del proyecto que se ha encargado de realizar las simulaciones de
círculos restaurativos en diciembre de 2019. Para las personas que hemos
participado en esta fase del proyecto, el compartir estas memorias parte de una necesidad
muy grande de agradecimiento a los alumnos que hicieron posible la realización
de la dinámica, a las profesoras del proyecto Ana Llano Torres y Consuelo
Martínez Sicluna y Sepúlveda por darnos el espacio y la confianza para realizar
la dinámica, a las colaboradoras que guiaron el círculo restaurativo,
especialmente a Pilar González Rivero (directora de AMEE) por su entrega, su disponibilidad y su conocimiento y a la Universidad
Complutense que ha hecho posible un año más que los alumnos podamos seguir
aprendiendo y caminando en este proyecto de Justicia restaurativa dentro del
Departamento de Derecho Internacional, Eclesiástico y Filosofía del Derecho.
A todos ellos, gracias.
Sobre la dinámica realizada con la simulación de círculos,
quienes hemos participado en esta comisión con nuestro trabajo hemos podido ver
en los resultados que esta ha sido una práctica necesaria para la materia que
nos ocupa porque complementa a la perfección las clases teóricas aunando el
conocimiento transmitido sobre Justicia restaurativa y Comunicación No
Violenta. En este sentido, los alumnos han podido descubrir por ellos mismos
que la Justicia restaurativa no es una utopía, sino que habla de la naturaleza
del ser humano y de la naturaleza del conflicto pudiendo ellos mismos ser
protagonistas del aprendizaje y de la reflexión conclusiva sobre la materia a raíz de las diferencias y la
complementariedad entre los juicios y los círculos que experimentaron a través
de las simulaciones. En esta misma línea, las personas que se han incorporado
este curso al proyecto, las cuales el año pasado solo recibieron las clases
teóricas, ponen de manifiesto el gran avance que esta dinámica supone para el
aprendizaje del alumnado en Justicia restaurativa.
Prueba de ello, ha sido la gran implicación por parte de los alumnos
preparando la simulación y participando como voluntarios representando a las
partes en cada círculo restaurativo.
Creemos que, siguiendo el impulso práctico que le hemos
querido dar a la edición 19/20 y que ya se ha materializado con las
simulaciones, sería conveniente de aquí en adelante emplear más tiempo en estas
dinámicas para que todos los alumnos puedan palpar la realidad del Derecho y la
Justicia restaurativa en primera persona en su propio aprendizaje de manera más
activa.
Personalmente, a las personas que hemos trabajado en la
comisión esta dinámica nos ha parecido una experiencia muy enriquecedora a
nivel académico, personal y profesional, ya que hemos aprendido muchísimo
Derecho, hemos aprendido cuestiones organizativas, pedagógicas y de trabajo en
equipo. Todo ello nos hace tener muchas ganas de seguir trabajando y
aprendiendo juntas para seguir entregando nuestro esfuerzo al servicio de la
comunidad universitaria y de la sociedad. La preparación y la realización de la
dinámica nos ha parecido muy positiva y reflejo de lo que queremos transmitir
con el proyecto, ya que no solo hemos aprendido en el servicio a los alumnos,
sino que hemos conseguido involucrarlos a la participación, a la reflexión y al
movimiento inquieto como protagonistas y responsables de acompañar y acoger el
cambio de paradigma en el Derecho por el que la justicia restaurativa
aboga.
Este cambio del que habla la Justicia restaurativa (que
simplemente responde a la naturaleza del ser humano actual), se ha puesto de
manifiesto a través de esta dinámica haciendo florecer en los alumnos la
intuición sobre la ayuda que supone localizar los sentimientos y necesidades de
cada persona inmersa en un conflicto. Esto aporta claridad a todo profesional
del Derecho sobre el contexto circunstancial de todas las partes, pudiendo
desempeñar una mejor labor profesional haciendo que las partes sientan que sus
necesidades han sido escuchadas, comprendidas e incluso, satisfechas.
Algunos
alumnos, recalcaban que al participar como voluntarios dentro del círculo
restaurativo podían sentir los nervios de tener que reconocer y hablar del daño
hecho a otra persona, sentimientos que calificaban como “incertidumbre” o “inquietud”
y que una vez finalizado el círculo se convertían en “paz” “serenidad” o “alivio”. Para el alumno de Derecho esto
supone una cuestión fundamental en su aprendizaje, ya que le acerca a la
humanidad de la profesión al lograr que se aproxime a las partes del proceso de
una forma más humana, reconociéndoles como personas iguales a él y consiguiendo
empatizar con las situaciones que rodean a cada ser humano inmerso en un
situación de vulnerabilidad como la que emana de cualquier procedimiento.
Creemos que es importante destacar que muchos de los
alumnos han percibido la importancia de la educación en varios sentidos: como
determinante del comportamiento de una persona, como factor imprescindible para
la reinserción y como medio para fomentar esta nueva forma de resolver
conflictos que propone la Justicia restaurativa.
En cuanto al trabajo realizado por la comisión, hemos
aprendido mucho de las dificultades, sobre todo al tener que convertir toda una
historia real de justicia restaurativa que habla de la naturaleza del hombre,
en algo que debe ser representado por los alumnos intentando ser fieles a la
naturaleza de los sentimientos y necesidades que puede tener una persona en la
vida real al participar en un proceso restaurativo como el que los alumnos
representaron. Para mejorar en este sentido la dinámica, tenemos ya varias
propuestas en mente para que los alumnos respondan desde su propia experiencia
y no en representación de otra persona y así puedan percibir mejor la
intensidad que estos procesos pueden tener en la vida de cada uno.
Sobre el trabajo previo de la comisión, pensamos que ha
sido imprescindible y que ha dotado a las simulaciones de una agilidad y
eficacia que de otro modo no hubiesen tenido. En concreto, queríamos destacar
la importancia del material que se ha puesto a disposición de los alumnos,
añadiendo como recurso novedoso el formato audiovisual, creyendo que esto ha
motivado y facilitado al alumno el trabajo individual previo que han de
realizar para preparar la simulación.
La realización de esta actividad dentro del proyecto ha
hecho surgir en nosotras la certeza de la necesidad de formar a todos los
futuros juristas en Justicia restaurativa desde el primer año de grado para que
puedan apreciar la realidad del mundo del Derecho, fomentar o consolidar sus
vocaciones, alimentar sus ganas de estudiar Derecho y contribuir al desarrollo
integral de la profesión que ejercerán en el futuro. Dejando este sueño por
escrito, en las siguientes ediciones del proyecto trabajaremos por mejorar la
dinámica partiendo de la experiencia de este año que ya ha sido tremendamente
satisfactoria para las colaboradoras, los participantes y los alumnos.
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| Muestra de una de las sesiones de la dinámica de las simulaciones realizada el día 12 de diciembre de 2019 en el Auditorio 1 de la facultad de Derecho de la UCM. |




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